Texto

Hebreos 12.1-11
Gracias, Señor…Aunque Duela

Hebreos 12.1-11 RVR 2015
1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos enreda, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos delante de nosotros 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que tenía delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
La disciplina del Señor
3 Consideren, pues, al que soportó tanta hostilidad de pecadores contra sí mismo, para que no decaiga el ánimo de ustedes ni desmayen. 4 Pues todavía no han resistido hasta la sangre combatiendo contra el pecado. 5 ¿Y ya han olvidado la exhortación que se les dirige como a hijos?
Hijo mío, no tengas en poco
la disciplina del Señor
ni desmayes cuando seas reprendido por él.
6 Porque el Señor disciplina al que ama
y castiga a todo el que recibe como hijo.
7 Permanezcan bajo la disciplina; Dios los está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo es aquel a quien su padre no disciplina? 8 Pero si están sin la disciplina de la cual todos han sido participantes, entonces son ilegítimos, y no hijos. 9 Además, teníamos a nuestros padres carnales que nos disciplinaban y los respetábamos. ¿No obedeceremos con mayor razón al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Ellos nos disciplinaban por pocos días como a ellos les parecía, mientras que él nos disciplina para bien a fin de que participemos de su santidad. 11 Al momento, ninguna disciplina parece ser causa de gozo sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados.