Dios no sólo quiere responder a nuestras oraciones, sino recompensarlas más allá de lo que podamos soñar, pero lo hace como resultado de estar a solas con Él.
Dios no sólo quiere responder a nuestras oraciones, sino recompensarlas más allá de lo que podamos soñar, pero lo hace como resultado de estar a solas con Él.